El punto de partida dentro del exceso de grasa en nuestro cuerpo, ha hecho que los programas de pérdida y las dietas sean “la palabra clave” entre el hombre/mujer común después del verano.
No es de extrañar, que la mayoría de los motores de búsqueda, obtengais una gran cantidad de consultas y busquedas con palabras clave relacionadas, día tras día.
Vamos a buscar las principales causas de este problema. No existe ninguna duda en cuanto a que existe una relación directa entre el alimento que comemos y el peso que tenemos. No? Por lo tanto, casi todos los programas de pérdida de peso se concentran en hacer algún tipo de control sobre la «calidad» y la «cantidad» de los alimentos que consumimos. Si? Pero... Por dónde empezar? Ahora que has decidido perder algo de peso, entonces es momento de encontrar una respuesta a la pregunta anterior. Quiero dejar en claro que no hay lugar mejor para hacerlo, que en nuestra cabeza!
Deberíamos tener una firme determinación para alcanzar nuestro objetivo. Concebir esto como una guerra justa hacia una buena salud. Como en cualquier guerra, habrá al menos un enemigo. Aquí el principal enemigo por no decir el unico es el impulso básico de querer comer!
Conocer nuestro estómago y nuestro cuerpo nos ayudará en este viaje...
Eres capaz de encontrar otra persona exactamente como tú?obviamente "No", entonces ¿qué te hace pensar que el estómago de cada persona se comporta de la misma manera, aceptando y tolerando todas las entradas de alimentos?.
Esto es un error básico que suele ocurrir.
Créeme, tu estómago no se comporta de la misma manera que el de tu amig@. Ni siquiera responde igual frente a los mismos alimentos, es decir reacciona de manera particular, ya sea un pedazo de pollo o una hamburguesa.
Debemos saber que un alimento en particular, que puede ser bueno para ciertas personas, puede no ser adecuado para otras. ¿No has oído el refrán, lo que es el vino de Pablo puede ser veneno para Pedro?
Te echo una mano?
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