La compulsión al comer provoca un total desequilibrio del organismo :( me cuesta todavía decirlo!
Cuando comer se vuelve algo que haces a deshoras, en grandes cantidades y sin tener hambre puede, no, rectifico trae! consecuencias que van más allá de la gordura... La ansiedad atrae a la culpa y ésta a volver a probar uno que otro bocadito
ansios@, estresad@, saltarse comidas e ingerir alimentos poco nutritivos son algunos de los factores que pueden iniciar una alimentación compulsiva, es decir, comer más de la cuenta! sin tener hambre :( y lo más probable, sintiendo culpa y remordimiento luego de haber rellenado el estómago.
Y es que, tener comida en frente es sinónimo de ‘comer’ y ‘picotear’ cada uno de los productos que se presentan... cosa que se suele acentuar en ciertas épocas o festividades deliciosas!
Seguramente muchas personas han pasado (o pasan en la actualidad) por la experiencia del asalto al refrigerador, de los llamados atracones o de verse en medio de la soledad ingiriendo rápidamente una gran cantidad de comida.
Dicen que ser comedor compulsivo, en la mayoría de los casos tiene que ver con trastornos emocionales como depresión, baja autoestima o problemas de personalidad...
Pero, comer compulsivamente puede traer desequilibrios hormonales, los que acarrean algunos “síndromes metabólicos, el perder el control de lo que se come...
Otros ingieren gran cantidad de alimentos de manera compulsiva y generalmente hacemos una mala elección! Al comer comida rápida chatarra basura... hacemos que todo nuestro cuerpo se inflame internamente, lo que nos va enfermando lento, pero seguro, aumentando grasa visceral! la que luego traerá problemas de tipo cardiovascular, diabetes e incluso infertilidad.
Al estar todo desequilibrado nunca nos saciamos, ya que las señales cerebrales también pierden la estabilidad... a la vez que la compulsión por comer de la ansiedad generalmente se produce por dulces, la qual cosa causa más hambre.
Descartando la parte emocional el principal problema suele ser una nutrición pobre en nutrientes, especialmente de proteínas, vitaminas y minerales, alergia o sensibilidad alimentaria y las cándidas intestinales, que son como una infección provocada por una levadura de la familia de las cándidas, que baja el sistema inmunitario y desequilibra la flora intestinal.
El hecho de que las ansias de comer se relacionen con la ingesta de alimentos que no aportan al bienestar del organismo, sentencia que “nuestro cerebro fue diseñado cuando no existía la comida actual, por lo tanto, sólo pide carbohidratos y grasa cuando le faltan nutrientes esenciales!
En esta misma línea, la bioquímica dice que si bien el ser humano en épocas anteriores comía frutas y carnes y que era ahí donde encontraba la saciedad, en la actualidad la industria de alimentos (la comida baja en nutrientes no da saciedad) por eso la fabrican en grandes cantidades.
La comida de antes era distinta: si te comías un pastel éste estaba hecho con harina, huevos, leche y mantequilla de verdad, o sea podían saciarte.
Uno de los sentimientos que más afecta a quienes comen en forma compulsiva es la culpa. Para ellos, es inevitable sentirse muy mal luego de haber comido, se sienten gordos, malas personas e incapaces de sobrellevar responsablemente acciones como un buen régimen alimenticio.
Somos pocas las personas que de verdad queremos hacernos cargo de nuestra salud de forma verdadera, por eso, la culpa puede “sacarse” en forma temporal con la ayuda de algunos tratamientos “que prometen soluciones fáciles, especialmente cuando son corporales o con medicamentos”.
Además el hecho de prohibirse cosas significa que no se lleban a cabo ciertas acciones, por lo que llegado el fin de semana, volveremos a esa conducta. “Esto es una conducta infantil, que lamentablemente es parte de nuestra cultura. Ningún médico va a tomar decisiones por nosotros y para eso hay que crear conciencia! Esa culpa “sólo hace que el problema sea peor, ya que se produce estrés”, el que a su vez según la nutricionista, “engorda, por los cambios hormonales que produce”.
Por lo que el tratamiento debiera ser integral, es decir, un programa que contemple nutrición, ejercicios adecuados y efectivos.
Con mucha concentración, control y entusiasmo la idea es aprender a cambiar el estilo de vida (del que ya tenemos) a uno saludable! Que nos permita mirar la comida como algo que sólo es necesario cuando sentimos hambre@
Algunos consejos que ayudan a calmar las ansias y disfrutar la comida sin culpa son:
1) Relájese. Siempre debemos tener presente que alimentarse es un derecho humano y no un privilegio sólo de los más delgados.
2) Podemos comer todo lo que deseemos. Uno de los motivos por los que comemos sin parar es porque lo hacemos desde la privación. Cuando uno come pensando en que no debe hacerlo, generalmente se angustia.
3) Cuando hay mucha comida frente a nuestros ojos, debemos decidir calmadamente qué es lo que nos gustaría comer y luego escogerlo.
4) No hablemos de forma negativa cuando estamos comiendo. Por ejemplo, decir “no tengo que hacer esto”, “estoy muy gordo”, “mañana me voy a arrepentir”, etcétera.
Te deseo mucho ánimo. Porque cuesta mucho verlo, aceptarlo, entenderlo, afrontarlo y no diré que superarlo... pues es una lucha contínua! Sólo puedo decir que no estàs sola en esta lucha!
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